Veo en mi jardín la
primera rosa que floreció luego de la lluvia
en este octubre un poco extraño y ajeno,
Dulce, única e irrepetible, tímida y frágil, sola al compás
de su sombra……
Ahora entiendo lo que el príncipito dijo una vez “-Si
alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones
de estrellas, basta que las mire para ser dichoso. Puede decir satisfecho:
"Mi flor está allí, en alguna parte…"
Muy bonito y filosófico lo que escribes :)*
ResponderEliminar“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar en millones y millones de estrellas, basta que las mire para ser dichoso.
ResponderEliminarMuy cierto Renato!cuando queremos en verdad a alguien, nos conformamos con solo mirarla.
Bella entradad!
Besos y abrazos alados.