Agua que refresca y purifica,
Que transforma y revive,
pez que se pierde en las profundidades de los océanos,
Que se divierte con los corales,
Que se enamora de sirenas,
Que canta su propia canción,
Sin redes, sin pescadores,
Sin prisas, ni deseos,
Que recorre junto a su cardumen
El pacífico y el atlántico,
Que olvida a los dos segundos,
y ama otros dos,
Que guarda su burbuja de oxigeno
Para cuando sea realmente necesario
Respirar,
Que se divierte en la infinidad de los cuatros mares
y de los ríos
que abraza las flores de verano,
y las ostras de Valparaíso,
que pasa por la Isla de Robinson Crusoe y
Juan Fernandez,
y que termina bailando en Isla de Pascua,
para volver a descansar en su pecera,
en la paz de quienes ama
y de quienes no recordará jamás.
Un pez fiel a su libertad y a sus propias convicciones, que vive plácidamente en sus tibias y frescas aguas, sobre un mar de paz y sentimientos.
ResponderEliminarBellas y lindas letras, pececito Renato.
Besos de Mariposa. இڿڰۣ-ڰۣ—Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ
GRACIAS DIANA, BESOS PARA TÍ. :)
Eliminarjeje justo iba a decir que termina en la isla de Pascua pero
ResponderEliminarel poeta se percató antes.
Salud!
Vuelvo che
JAJAJ ASÍ ES, SALUDOS EFA.
EliminarSensibilidade e alma de escritor. Parabéns. Abraços.
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